Ciudad de México, 4 de febrero de 2024.- Los presuntos acuerdos de los gobiernos como los de Baja California, Sonora, Sinaloa, Michoacán, Guerrero y Zacatecas, entre otros, han sido cuestionados por la opinión pública desde hace muchos años. Las investigaciones periodísticas y algunas judiciales en México y Estados Unidos han comprobado los apoyos de organizaciones criminales a campañas de los candidatos morenistas a cargos de elección popular desde antes, incluso, de la fundación de ese partido. Jamás han sido desmentidos adecuadamente. Ahora, el actual inquilino provisional de Palacio Nacional es vinculado nuevamente a un cártel de las drogas, el Cártel de Sinaloa. AMLO se defiende, pide pruebas al gobierno de Estados Unidos sobre sus presuntos nexos con el narco y sostiene “son calumnias”.
Luego de ganar las elecciones federales y la Presidencia de la República en 2018, el presidente López Obrador estableció la política de “abrazos no balazos”, que en los hechos se constituyó en un “dejar hacer, dejar pasar” las actividades ilícitas de los cárteles del narcotráfico en el territorio nacional. Eliminó a la Policía Federal y los sustituyó con la Guardia Nacional, a la que dedicó a hacer el trabajo sucio de Estados Unidos en materia migratoria. “Oficialmente ya no hay guerra. Nosotros queremos la paz”, dijo el mandatario en febrero de 2019. Gracias a esas acciones, las organizaciones criminales expandieron su dominio en diversas entidades del país, ganadas por gobiernos morenistas, y el sexenio se convirtió en el más violento de la historia, con el mayor número de asesinatos, feminicidios y delitos de alto impacto.
De acuerdo con un reportaje firmado por el periodista Tim Golden, publicado en el sitio estadounidense ProPublica, agentes antidrogas de Estados Unidos investigaron la presunta entrega de alrededor de 2 millones de dólares de narcotraficantes para la primera campaña presidencial de López Obrador, en 2006. Las bases de las pesquisas son las mismas de siempre: dichos de abogados de narcotraficantes y testigos protegidos. Sin embargo, señalan existe evidencia de que al menos uno de los entonces ayudantes más cercanos de López Obrador habría conocido y participado en el “arreglo propuesto” por el Cártel. Ahora resulta que hasta el bloqueo de Paseo de la Reforma fue financiado por los grupos criminales. Y surgen otros argumentos sobre la llegada de Felipe Calderón al poder en los cuales introducen a “La Barbie” como operador de los perremorenistas.
Desde Palacio Nacional, en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador se defiende; rabioso, pide a la DEA presentar pruebas. Ante los cuestionamientos de los reporteros subrayó: no sólo la DEA, sino el Departamento de Estado de Estados Unidos, deben dar una respuesta al respecto. “¿Quién hizo eso? ¿Quién armó ese expediente? Entonces, mientras no pongan orden van a tener problemas siempre”. A pesar de considerar mantiene Joe Biden una postura de respeto a la independencia y soberanía de nuestro país, advirtió no deja de haber agencias en EU que “hacen lo que les dé la gana” y se dedican a la subversión, el espionaje, la politiquería y el chantaje. AMLO consideró ese reportaje se debe al periodo de elecciones en Estados Unidos y México.
Saltan en las informaciones de los especialistas en asuntos del narco, las declaraciones de Jesús Zambada, la liberación de Ovidio, los saludos a la difunta en Badiraguato y la extensión territorial de dominio de las bandas criminales justo en donde los triunfos de Morena se alzaron sin recato alguno aún y cuando se presentaron denuncias de presión sobre los ciudadanos. En las elecciones intermedias de 2021 fue evidente no sólo el secuestro de operadores políticos y el robo de urnas, sino también el asesinato de candidatos de oposición en Chiapas, Jalisco, Michoacán, Colima, Guanajuato y Guerrero. México registró el 6 de junio del 2021, unas elecciones intervenidas, como nunca antes, por el crimen organizado.
Luego del triunfo de Morena en 11 de las 15 gubernaturas en disputa: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Zacatecas, el gobierno de AMLO proyectó una fallida pacificación con los principales cárteles del narcotráfico para reducir la violencia, a cambio de que el gobierno federal y los locales se hagan de la vista gorda en el negocio de la producción y tráfico de estupefacientes. Esta negociación Estado-mafia fracasó por la ambición de las pandillas, las disputas internas, las redes de corrupción y las masacres y desplazamientos.
Habrá de señalarse al Cártel de Sinaloa como el único dedicado al narco en sus zonas de mayor influencia. “Casualmente”, las entidades gobernadas por Morena empezaron a sufrir del cobro de piso, de las extorsiones, de los secuestros, actividades no registradas en la agrupación del “Mayo” Zambada o ¿todavía se cree liderada por “El chapo”?
DE LOS PASILLOS
A través de un video difundido en sus redes sociales, la aspirante presidencial oficial de Morena, Claudia Sheinbuam, aseguró: “nunca y no haremos jamás pactos con criminales”. La ex Jefa de Gobierno de la CDMX desmintió por segunda vez la publicación del periodista Tim Golden, acusando es “parte de la guerra sucia de la oposición” y es una noticia falsa. Más tarde, en su video afirmó: la intención del reportaje es “crear una noticia a partir de una falsa información o no completa para poder crear ambiente como si hubiera alguna relación con algún criminal, cosa que negamos absolutamente y que jamás tendremos, porque la esencia de nuestro movimiento es la honestidad y la honradez”… Y eso se creerá a pie juntillas cuando nos enteremos cuánto costaron los segundos pisos y cómo desapareció el dinero del mantenimiento del Metro o a cuanto ascendió el costo de la licencia de construcción de otro emporio inmobiliario sobre la avenida Ejército Nacional, convirtiéndose junto con las ya entregas en la amenaza real de dejar sin agua a los capitalinos, además de mantenerlos secuestrados ante las afectaciones a una ya de por sí crítica movilidad…
Ante tanta incapacidad vista, contemplada, sufrida por el propio Ejecutivo federal y relacionada con sus funcionarios, con sus leales y siempre dispuestos lamebotas, no les quedó otra que aceptar sin ningún pero el regreso de Ricardo Monreal no solamente al senado sino al liderazgo de la fracción de Morena y a su papel principal: presidente de la Junta de Coordinación Política. La bienvenida fue pareja, también a los de la oposición les agradó semejante retorno porque discutir contra la pared, con los sordos, los ciegos e ignorantes solamente les hacía perder el tiempo.