La dirección de la central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sur de Ucrania y bajo control ruso desde el inicio de la guerra, anunció una reducción temporal de su personal por temor a nuevos ataques por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas.
«Estamos reduciendo el número de personal a un nivel que garantice la operación segura de la central nuclear y el cumplimiento de todos los estándares de seguridad nuclear», informó Renat Karchaa, jefe de la empresa estatal rusa Rosenergoatom, encargada de supervisar las centrales nucleares.
La decisión se dio luego de una serie de ataques ucranianos en la zona utilizando drones. Esto como parte de la contraofensiva de Ucrania, que lleva desplegada unas semanas, y que busca llevar la guerra hasta Rusia.
Karchaa señaló que estos ataques tienen como objetivo «aumentar la ansiedad, crear negatividad y generar turbulencias sociales».
Además, Karchaa destacó que en los próximos días se llevarán a cabo elecciones para la Asamblea Legislativa en la localidad de Energodar, donde se encuentra la central nuclear.
Estas elecciones han sido rechazadas tanto por Ucrania como por la comunidad internacional, ya que se celebrarán en Zaporiyia y otras cuatro regiones anexadas por Rusia desde 2014.
«Creemos que estas elecciones aumentan el riesgo de actividad terrorista por parte del enemigo», dijo el líder de Rosenergoatom.
La central nuclear de Zaporiyia ha sido escenario de enfrentamientos desde el inicio de la guerra y ha seguido siendo objeto de disputa desde que cayó en manos rusas.
El conflicto alrededor de la central nuclear de Zaporiya ha llevado a la Organización Internacional para la Energía Atómica a expresar preocupación por los riesgos asociados y a solicitar la adopción de garantías de seguridad.
A más de un año de la invasión rusa a Ucrania la guerra se ha estancado en la zona, por lo cual el control de zonas clave se ha vuelto prioritario.