Como universitarios somos defensores de la democracia, pero hemos leído a Tocqueville “La Democracia en América” y a Pablo González Casanova “La Democracia en México” obras de obligada lectura al menos, para ese veinte por ciento de mexicanos que leen en promedio tres libros al año, los inconvenientes de la democracia elemental, comenzaríamos por romper el mito de muchos “seudo demócratas” que defienden a ultranza, las consultas a mano alzada, exhibiendo su incultura y poca memoria hasta religiosa, olvidando que a Cristo lo condenó el pueblo de Israel, en una consulta a mano alzada convocada improvisadamente por Pilatos y perdonando al asesino confeso Barrabás, ah pero los guadalupanos no se acuerdan cuando van a la Villa.
La democracia funciona, cuando los electores tienen conocimientos para formarse un criterio y están ajenos – a necesidades económicas o elementales para ser chantajeados o manipulados – a influencias perniciosas que les distorsionen el juicio.
La democracia indirecta permite que en una segunda etapa, sean los ciudadanos más juiciosos, sensatos, preparados, maduros e imparciales, quienes estudien las propuestas de toda la ciudadanía y escojan y determinen cual sería la mejor opción para la colectividad, como en el caso de las juntas de gobierno de la UNAM, del Banco de México, y como debieran ser los nombramientos que explicamos en el trabajo publicado en el 2018 “FACULTADES DE LOS PODERES EJECUTIVO Y LEGISLATIVO EN MATERIA DE NOMBRAMIENTO Y RATIFICACIÓN PARA TITULARES DE ORGANISMOS AUTÓNOMOS, MINISTROS, MIEMBROS DE LAS FUERZAS ARMADAS, EMBAJADORES Y OTROS FUNCIONARIOS, UNA PROPUESTA DE MODIFICACIÓN” que puede consultarse en Google bajo ése título.
Pues la idea es que también los tres partidos de la alianza, propongan cada uno a cinco mujeres y hombres distinguidos y reconocidos miembros de sus partidos para conformar un Honorable Comisión de Selección compuesta por distinguidos militantes mayores de sesenta y cinco años y que esos quince miembros constituidos en selectores, determinen quien debe ser el candidato para que sea el abanderado de la coalición.
Esos grandes y honorables mexicanos reconocidos y de conducta intachable, difíciles de manipular por nadie y cuya labor sea similar a las Juntas de Gobierno mencionadas, inclusive hasta si se quiere no solamente miembros partidistas sino hasta distinguidos mexicanos mujeres y hombres. Porque de otro modo, el millón de firmas, una precampaña – ahora con los tiempos quemados – resulta poco práctico e inoperante, además que les brindaría a los partidos la oportunidad de qué están hechos de verdad, quienes son sus mejores mujeres y hombres que puedan ser valuados y calificados también por la sociedad, porque sería triste para ellos y para México que ni siquiera cinco miembros inmaculados, con calidad moral y las credenciales necesarias puedan conformar un órgano colegiado con esa altísima responsabilidad, históricamente única en la historia de México. Su misión escoger de las propuestas que hagan los partidos y la sociedad al mejor candidato, honorable, congruente, preparado y mucho más que honesto, ejemplar y entrevistarlos y escuchar a todos los que propongan partidos y sociedad y escoger a quien será, candidato y luego presidente.
Si su decisión es fundada y motivada, razonada y expuesta y explicada a todos los partidos y a la sociedad, por qué el pronunciamiento sobre tal o cual candidato, mujer u hombre, tendrán el camino andado, porque aún sin ser posiblemente conocido, el razonamiento puede ser motivo suficiente para la sociedad para votar en la elección constitucional para presidente, sería una innovación democrática ejemplar.
El tiempo apremia, otro método puede resultar tardado, riesgoso y determinante en el triunfo y la derrota y el desaliento de la sociedad mexicana, eso es lo que esperan los mexicanos de sus partidos. Muy triste sería – no es el caso – que ni los partidos puedan reunir a cinco personajes intachables e inobjetables, entonces, estarían mal los partidos y México peor.