Pese a ser expulsado por una agresión a un rival el pasado domingo en el partido contra el Valencia, el jugador brasileño del Real Madrid Vinicius Júnior, que fue objeto de insultos racistas por una parte de los aficionados, no será suspendido, anunció este martes la Federación Española de Futbol (RFEF).
El Comité de Competición de la RFEF acepta las alegaciones del Real Madrid a la tarjeta roja que vio Vinicius por un manotazo a Hugo Duro después de revisar las imágenes de video, por lo que decide «dejar sin efectos disciplinarios la expulsión» del futbolista brasileño.
El futbol español está bajo presión después de que Vinicius sufriera el pasado domingo en Mestalla el enésimo episodio de racismo esta temporada, que ha generado una ola de indignación internacional.
En el descuento del partido, Vinicius se encaró con varios rivales, entre ellos el portero del Valencia Giorgi Mamardashvili y Hugo Duro, que agarró por el cuello al brasileño durante varios segundos hasta que éste se lo sacó de encima con un manotazo.
El árbitro del partido no vio en directo lo sucedido y al acudir al VAR, solo se le mostraron las imágenes del manotazo de Vinicius, por lo que fue expulsado, pero no la acción anterior de Duro.
Normalmente, una expulsión directa en el campeonato español supone al menos un partido de suspensión.
Para el Comité de Competición, queda acreditado con las imágenes de video que Vinicius fue objeto de «cánticos que incitan a la violencia y que constituyen un manifiesto desprecio a las personas» y que el árbitro tomó la decisión de expulsarlo tras ver una imagen «alterada y parcial».
Tras esta decisión, Vinicius podría jugar el miércoles contra el Rayo Vallecano en partido de la 36ª jornada del campeonato español.