El director médico de Moderna, Paul Burton, declaró hace unos días que la vacuna personalizada contra el cáncer de la compañía, en combinación con la inmunoterapia de MSD Keytruda (pembrolizumab), podría estar lista para “finales de la década”.
La vacuna está basada en ARNm, una tecnología que sirve contra el cáncer de piel y múltiples enfermedades.
El ARNm alertaría al sistema inmunitario de un cáncer que ya está creciendo en el cuerpo de un paciente para que pueda atacarlo, sin destruir las células sanas.
Para ello, se identifican fragmentos de proteínas en la superficie de las células cancerosas que no están presentes en las células sanas (y que tienen más probabilidades de desencadenar una respuesta inmunitaria) y luego se crean fragmentos de ARNm que indicarán al organismo cómo fabricarlos.
En primer lugar, los médicos toman una biopsia del tumor del paciente y la envían al laboratorio, donde se secuencia su material genético para identificar las mutaciones que no están presentes en las células sanas.
A continuación, un algoritmo de aprendizaje automático identifica cuáles de estas mutaciones son responsables del crecimiento del cáncer. Con el tiempo, también aprende qué partes de las proteínas anormales que codifican estas mutaciones tienen más probabilidades de desencadenar una respuesta inmunitaria. Luego se fabrican los ARNm de los antígenos más prometedores y se empaquetan en una vacuna personalizada.
En entrevista con The Guardian, el director médico de Moderna destacó que la compañía espera que sus vacunas con la tecnología ARNm también estén disponibles para 2030 contra enfermedades cardiovasculares, autoinmunes o enfermedades raras, y también de forma “muy prometedora”.
«Puede aplicarse a todo tipo de enfermedades: cáncer, enfermedades infecciosas, cardiovasculares, autoinmunes y raras. Tenemos estudios en todas esas áreas y todos han demostrado ser tremendamente prometedores”, destacó Burton.
En este sentido, el experto considera que con una sola vacuna se podría alcanzar a varias infecciones respiratorias, como covid-19, la gripe y el virus respiratorio sincitial.
En febrero, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) concedió la designación de terapia innovadora a esta vacuna contra el cáncer de Moderna para pacientes con melanoma.
Desde que inició la pandemia de covid-19 el gobierno de Estados Unidos pagó alrededor de 10 mil millones de dólares para comprar la vacuna de Moderna y la suministraron de manera gratuita a todo estadunidense que deseara aplicársela.
La semana pasada, el presidente Joe Biden dio por terminada la emergencia de salud por coronavirus en el país.
Tanto Moderna como Pfizer anunciaron la semana pasada que en cuanto cambien la versión de la vacuna el precio comercial por dosis estará entre 110 y 130 dólares. En sendos comunicados indicaron la previsión.
El precio que dan al gobierno federal por cada dosis de vacuna bivalente es de 28.90 dólares.
El precio comercial afectará directamente a personas que no cuentan con seguro social en Estados Unidos, destacó el centro de análisis KFF.