Los ocho jugadores de rugby acusados de matar a golpes a un joven de 18 años frente a una discoteca hace tres años pidieron el jueves disculpas a la familia de la víctima, en las palabras finales de un juicioque ha conmocionado a la Argentina.
Los imputados, con edades de 21 a 23 años, tuvieron expresiones como «pido perdón», «pido disculpas», «no hubo intención de matar», «no hubo un plan (de asesinar)» y «estoy arrepentido».
En la audiencia final en un tribunal de Dolores, unos 200 kilómetros al sur de Buenos Aires, el abogado defensor Hugo Tomei solicitó «la absolución» de los acusados por la muerte del estudiante de abogacía Fernando Báez Sosa, ocurrido en 2020 en el balneario de Villa Gesell.
«No se pudo probar el plan para matar. No hubo estado de indefensión (de Báez Sosa) bajo ningún concepto», argumentó.
Los acusados, en prisión preventiva desde el día del crimen, se conocían de jugar al rugby en un club de Zárate, 90 km al norte de Buenos Aires. El deporte de la ovalada es amateur en Argentina.