El huracán Ian gana fuerza mientras mantiene su avance por el Caribe.
El fenómeno llegó al occidente de Cuba, dejando una estela de daños.
Todo el territorio se quedó sin energía eléctrica, con el fenómeno que llegó al país caribeño como categoría tres.
«El Sistema Eléctrico Nacional tiene una condición excepcional de cero generación eléctrica, lo que significa que está sin servicio eléctrico el país”, informó el periódico Granma.
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Un total de 40 mil personas han sido evacuadas, quienes serán reubicadas en albergues o casas de familiares o amigos, informó la primera secretaria local del Partido Comunista, Yamilé Ramos.
Una familia observa su hogar inundado en el municipio de Batanabó, en el sur de Cuba.
Los vientos provocaron aguaceros, penetraciones marinas e inundaciones.
En La Habana hubo derrumbes en dos inmuebles.
En tanto, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) anunció que el fenómeno meteorológico alcanzó vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora.
UNA AMENAZA TEMIBLE
En tanto, Ian avanza hacia el estado de Florida, en el sureste de Estados Unidos.
De acuerdo con las autoridades locales, está programado que el fenómeno toque tierra hoy como categoria cuatro, en el sur de Tampa.
El gobernador del estado, Ron DeSantis, dijo que aproximadamente 2.5 millones de personas están bajo órdenes de evacuación.
El republicano advirtió que se esperan daños en una zona amplia, independientemente de dónde toque tierra el vórtice.
Por lo cual, exhortó a la gente a prepararse para apagones y apartarse del camino del meteoro.
«Tener de cinco a diez pies de marejada ciclónica es algo en lo que no quieres participar. Y la Madre Naturaleza ha hecho una advertencia muy temible’, declaró ayer.
Diversos sectores reportaron afectaciones.
La NASA confirmó que el cohete SLS volvió al edificio de ensamblaje.
La empresa Apple cerró tiendas en varias localidades del estado.
“HAY QUE MANTENER LA FE”
Los ciudadanos lamentaron los daños en sus propiedades causados por el huracán Ian.
En la población Consolación del Sur, Caridad Fernández, un ama de casa de 65 años, contempló el desastre en el umbral de su hogar inundado, con colchones mojados.
Las tejas se volaron con el huracán.
«Todo lo tenemos dañado, pero lo que hay es fe en mantener la vida, y eso lo tenemos. De todo se sale, menos de la muerte”, dijo la mujer.
El tabaquero Yuslán Rodríguez, de 37 años, recorrió nueve casas de tabaco casi destruidas, incluida la suya.
«No sé qué vamos a hacer este año con la campaña (siembra ). No es esta casa de tabaco, son todas las casas de tabaco de Consolación del Sur”, dijo.
En San Juan y Martínez, zona productora de hoja de tabaco para puros cubanos, “fue apocalíptico, un verdadero desastre”, dijo Hirochi Robaina.
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