Hace 62 años, un profesor de escuela que buscaba rocas en un desierto de Arizona hizo un horrible descubrimiento: los restos calcinados de una niña. Su identidad era un misterio y los investigadores la llamaron «Little Miss Nobody».
Durante décadas, la oficina del sheriff del condado de Yavapai, en Prescott, Arizona, junto con el Centro Nacional para Niños Explotados y Desaparecidos, el Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas y una larga lista de otros colaboradores han trabajado para identificar a la pequeña. Pero, a pesar de las múltiples pistas existentes, el caso seguía sin resolverse.
Esa niña tiene ahora un nombre, gracias a la avanzada tecnología del ADN.
Las autoridades la identificaron como Sharon Lee Gallegos durante una conferencia de prensa este martes. Era el caso sin resolver más antiguo que la Oficina del Sheriff del Condado de Yavapai ha resuelto.
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Gallegos, de cuatro años, fue secuestrada mientras jugaba en el patio trasero de su abuela en Alamagordo, Nuevo México, el 21 de julio de 1960, según las autoridades. Se la llevó «una pareja que la había estado acechando», según el Centro Nacional para Niños Explotados y Desaparecidos.
Aunque la «Pequeña Miss Nadie» fue identificada, aún queda trabajo por hacer en el caso, ya que las autoridades trabajan para averiguar quién la secuestró, qué ocurrió en los días posteriores a su rapto y qué fue lo que condujo a su muerte.
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