jorge fernandes menendez

La reunión del consejo nacional de Morena no trajo ninguna novedad. Como el presidente López Obrador les había dicho el lunes pasado, las normas aprobadas en el Consejo no tuvieron una sola modificación.

Los aspirantes de Morena deberán renunciar de manera definitiva a sus cargos públicos antes del 15 de junio, porque el 16 se deberán registrar y el 19, en una semana, comienzan sus campañas. La idea es que sean separaciones definitivas del cargo, lo que implica una profunda renovación del gabinete presidencial,

Podrán hacer proselitismo entre el 19 de junio y la tercera semana de agosto sin confrontaciones directas ni debates entre candidatos.

Se realizarán cinco encuestas, una elegida por cada uno de los cuatro aspirantes del partido (Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal), no queda claro que harán con los aspirantes de otros partidos, como Fernández Noroña y Manuel Velasco, y habrá una quinta encuesta de control determinada por la dirigencia partidaria. El 5 de septiembre deberá haber candidato o candidata de Morena.

Mientras tanto, se instalará una mesa de negociación con representantes de los cuatro aspirantes junto con el dirigente del partido, Mario Delgado, y la secretaria general, Citlalli Hernández, para acordar las empresas encuestadoras responsables del sondeo.

El ganador o ganadora de la encuesta será designado como “Coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación” antes de ser registrado oficialmente como aspirante a la presidencia.

El segundo y tercer lugar de la encuesta, es una propuesta, serán designados como coordinadores de las fracciones legislativas electas en 2024 para el Senado y la Cámara de Diputados. El cuarto lugar deberá ser incluido en el gabinete presidencial en una posición privilegiada. Una posibilidad es que pueda ser candidato a la ciudad de México (se asegura que esa posición estaría asegurada para Monreal).

Todos deberán cerrar filas con el ganador o ganadora de la encuesta. Gobernadores, así como funcionarios morenistas, no podrán hacer pronunciamientos públicos en favor de alguno de los aspirantes.

Y vaya a saber qué quiere decir eso, pero según la resolución, los aspirantes evitarán difundir sus propuestas en medios informativos críticos de Morena y de la 4T. Bienvenido Lord Molécula.

Lo cierto es que todo esto estará por cumplirse. Ayer mismo vimos que no será fácil. Los aspirantes no respetarán muchas de estas normas, porque una campaña de estas características no lo permiten y ayer lo comprobamos en la llegada y la salida de los aspirantes de la reunión del Consejo.

Mucho de ello también se definirá con los nombramientos que haga el presidente en el gabinete para cerrar su sexenio. Hay muchos nombres y pocas certidumbres. Uno de los personajes centrales es Rosa Icela Rodríguez, la actual secretaria de seguridad ciudadana. Rosa Icela quería ser candidata en la ciudad de México, pero el presidente quiere que sea secretaria de Gobernación mientras que Claudia Sheinbaum la propone como su sucesora en la ciudad de México. La decisión no está tomada, pero, Rosa Icela, una mujer de toda la confianza del presidente López Obrador quedará en una de esas dos posiciones.

A partir de lo que se resuelva con Rosa Icela se darán muchos movimientos. Primero quién quedará en seguridad federal. Segundo, de acuerdo quien quede en Gobernación o en la CDMX se darán escenarios diferentes. Otro nombre que se maneja para muchas posiciones potenciales es el de Lázaro Cárdenas Batel. Pero en ello influyen muchas otras determinaciones e historias. Por lo pronto a la mayoría de los funcionarios de las dos dependencias, Gobernación y CDMX, ya les pidieron sus renuncias y su futuro dependerá en mucho del de sus actuales jefes.

Recordemos que el presidente tiene cada vez menos operadores y requiere sin duda de uno en Gobernación y alguien que consolide la posición de Claudia en la CDMX, pero la propia ciudad requiere dos cosas: alguien que sea un jefe o jefa de gobierno confiable y también una candidatura competitiva para el 2024. Ahí está en nombre de Omar García Harfuch, pero con él hay muchas alternativas: jefe de gobierno sustituto, candidato a la ciudad, futuro miembro del gabinete federal.

Son muchas las cosas que están en juego en las designaciones de Gobernación y CDMX. En la cancillería existen más posibilidades: se asegura que el sucesor de Ebrard saldrá de entre Esteban Moctezuma y Juan Ramón de la Fuente. No sé si estamos en condiciones con todos los temas que están en controversia para cambiar al embajador en Washington. En la ONU, el cargo de De la Fuente, ya hay pocas responsabilidades delicadas, después de que México concluyó el año pasado su cargo en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Todo se da en un escenario muy difícil: el próximo titular de Gobernación tendrá una agenda amplísima, que va desde los temas de seguridad hasta la relación con la Suprema Corte, desde el proceso electoral hasta la actual crisis de inseguridad y violencia en Chiapas. La ciudad de México siempre es una bomba de tiempo. La cancillería tiene enfrente las elecciones de Estados Unidos, los conflictos por el fentanilo, la migración, los temas energéticos y la agrícola.

Esto es mucho más que la pasarela de 1987 de Miguel de la Madrid. De acuerdo a cómo se manejen las cosas estaremos ante una enorme simulación o un proceso relativamente abierto, entre la encuesta de un solo hombre y la decisión de una parte de la ciudadanía. Es mucho lo que está en juego y la apuesta es muy alta.

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