El sueño de Ramón es el de muchos chicos mexicanos: ser futbolista profesional. En su natal Tecolutla, municipio de Mixtla de Altamirano situado en la Sierra de Zongolica en Veracruz, no abundan las oportunidades, así que cuando sus padres supieron de la visita del club Gigantes Codimfut de Orizaba al poblado, no dudaron en llevarlo.
Entre los directivos que entregaron despensas, ropa y juguetes venía ‘El Doctor’ que se ostentaba como representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y ofrecía consultas gratuitas a los chicos. Le expusieron el anhelo de su hijo de 13 años, imposible de cumplir con sus escasos recursos. Pero el alto y elegante personaje iluminó el futuro: se ofreció a brindarle la oportunidad de buscar ser profesional.
En los más de dos años que estuvo en Orizaba, Xavier Alexander había entregado reconocimientos a nombre de UNICEF hasta a dos alcaldes, el último a Juan Manuel Diez Francos. Medios locales lo llegaron a identificar como Director de Asuntos Internacionales de la ONU. En la ciudad deportiva que se inauguró el año pasado, le dieron la administración.
EXPLICACIÓN DE LO QUE HACE:
Como Ramón, se presentaron decenas de chicos y sus padres con ‘El Doctor’, quien los metió a jugar justamente en la visita de un representativo del Puebla FC, los acompañó con su infaltable maletín, se ofrecía a revisar a cada chico que era golpeado.
Era un tipo estudiado, con un inglés perfecto, de imagen impecable, parecía gringo: alto, de piel blanca y ojos claros. Les explicó que debía llevarlos lejos de casa para cumplir el sueño. Prometió que en Puebla podría hacerlos debutar con La Franja. Las familias pusieron la limitante: no había dinero para mantenerse en el estado vecino, así que Xavier ofreció que UNICEF pondría una ‘casa club’ donde él también viviría mientras buscaban su chance con una condición, los padres debían acompañarlos a las oficinas para inscribirlos de puño y letra e irse después. Ni lo dudaron.
Para junio de 2022, ‘El Doctor’ había convencido a una decena de chamacos y tenía a dos de sus padres trabajando como chofer y ama de casa. Pero sólo dos chicos lograron quedar en la categoría Sub 14 del Puebla. A los otros los inscribió en academias de la ciudad, donde empezó a relacionarse con más padres y a captar más jóvenes. Se creó un servicio de pensión: vivían en el hogar que rentó en Santa Cruz Buenavista y se encargaba de inscribirlos en equipos. También vivían tres pequeños a los que llamaba ‘hijos adoptados’.
En una camioneta con escudo de UNICEF, los repartía en sus clases. Llegó a integrar a ocho chamacos más de las juveniles del Puebla. De algunos era tutor legal, incluso firmaba calificaciones de la escuela. Se metió en la comunidad.
A inicios de noviembre pasado, los chicos de las inferiores de La Franja se tomaron la foto oficial en el Estadio Cuauhtémoc, junto a padres y algunos colaboradores del club, como un entrenador físico, un padre y gente de un colegio. Como tutor de los ocho chicos, se coló ‘El Doctor’. En el grupo de whatsapp de padres y entrenadores del club y llegó una advertencia: recomendaron no dejar solos a los jóvenes. Pero los padres no tenían de otra. El bunker estaba armado. El engaño parecía perfecto. Y llegó el infierno.
ACABÓ EL ENGAÑO CON LA DENUNCIA
Tras meses de vivir ‘cosas extrañas’ en la casa, uno de los chicos no aguantó más y contactó a sus padres para contarles: “Xavi se encierra con varios de ellos y se oyen ruidos extraños”. Sus compañeros le contaron lo que ‘El Doctor’ les obligaba a hacer, un recuento de atrocidades imposible de enlistar. De inmediato, el papá buscó al club poblano para denunciar. Era diciembre del año pasado.
Juan Manuel Vega, director de fuerzas básicas del Puebla, se coordinó con el padre para escuchar el testimonio. ‘El Doctor’ no era parte de la institución y lograron reconocer a los que tenía en la casa. No dudaron: el club debía actuar. Había una responsabilidad moral, tenían que salvar a esos chicos. Contactaron a los padres, que no podían creer el testimonio de sus hijos, les pusieron apoyo legal, los acompañaron a denunciar y brindaron ayuda de especialistas.
Se diseñó la estrategia junto a la Fiscalía local. Estaban a días de iniciar vacaciones, así que era momento de actuar sin que el demonio se diera cuenta. La justicia estatal respondió; fue un trabajo rápido y eficaz.
Las investigaciones iniciaron el último día del año “por delitos sexuales en agravio de cuatro personas menores de edad”, que fueron los únicos que denunciaron, y se detuvo a Xavier Alexander ‘N’ en la casa, donde aseguraron armas, artículos presuntamente utilizados en los delitos, un vehículo con logotipos de UNICEF y varios pasaportes. El domingo pasado fue vinculado a proceso por “abuso sexual y violación equiparada”. Los tres pequeños a los que llamaba ‘hijos’ fueron llevados al DIF. Y se abrieron cinco carpetas más de investigación.
SIGUE ENGAÑANDO YA DETENIDO
La farsa parecía haberse desenmascarado. Sin embargo, el maquiavélico método de ‘El Doctor’ siguió burlándose hasta de los profesionales de la investigación. Después de su captura, el criminal logró que medios poblanos cayeran en sus tretas.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, el verdadero) se pronunció a través de un comunicado de Soraya Bermejo, jefa de comunicación en México, quién negó que el delincuente laborara en la organización y que utilizó el logotipo de forma fraudulenta. Además, adelantó que tomarán acciones legales.
Lo mismo hizo el Club Puebla: hasta que las autoridades hicieron público el caso, negó que existiera vínculo laboral o personal con el individuo. RÉCORD realizó la investigación y confirmó la falta de un lazo profesional con La Franja, a través del Director General, Ricardo Zayas, hasta el responsable de las Fuerzas Básicas, así como entrevistas con padres de los afectados, cuya identidad permanecerá en el anonimato. El recuento es atroz.
Sin embargo, periodistas y medios como Periódico Central y Diario GRADA de Puebla, aún asumen que es visor del club sólo porque obtuvieron fotos de Xavier Alexander ‘N’ con su maletín atendiendo a chicos, así como aquella imagen oficial donde se coló con los padres de los canteranos y asumió que era un profesional del club. Si este infeliz logra engañar a estos profesionales de la investigación, qué podemos esperar de niños y padres que tienen el sueño con el futbol profesional.