Muy difícil saber las expectativas que perseguía Omar García Harfush desde que aspiró a participar en la elección del gobierno de la Ciudad de México que su partido, Morena, le negó en las encuestas y desde ahí retornar a su origen de investigador policiaco.
Incluso en su campaña en pos de esa candidatura se le veía, cada que asistía a alguna entrevista o foro algo lejos de ser un profundo conocedor de las necesidades de la gran urbe aunque hizo su mejor esfuerzo, pues más temprano que tarde le preguntaban de los índices de criminalidad y de los logros obtenidos que por cierto no fueron pocos y que incluso a él casi le cuesta la vida en un atentado en las Lomas de Chapultepec.
Eso sí, fue nombrado, dada la evidente confianza que le dispensa r la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a la titularidad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), con la enorme responsabilidad que ello entraña.
Goza pues de toda la confianza y el respaldo no para resolver enormes inercias en materia de delincuencia organizada y sus distintos frentes en una primera etapa, sino al menos equilibrar, en un corto plazo, el gran reto que representa para el gobierno federal y de paso la nación toda.
El Congreso de la Unión logró reformas al artículo 21 en materia de seguridad que permiten al titular de la SSPC esencialmente operar la estrategia nacional en esa materia y de paso la inteligencia.
Ello implica una permanente coordinación con las autoridades de Defensa, Marina, Guardia Nacional, ministerios públicos, tato en prevención como en investigaciones que permitan desarticular la pulverización de bandas delictivas que hay en el país.
De paso hacer un llamado a gobernadores y presidentes municipales a comprometerse con las expectativas que generan estos importantes cambios, pues son ellos y nadie más que ellos quienes saben lo ocurre en sus terruños, desde el sur al norte.
Si esas instancias dejan por una u otra razón mantener esas acometidas criminales, el objetivo de equilibrios y soluciones a fondo en la aplicación de leyes quedará casi al vacío.
Mucho se va a lograr mediante esa coordinación y la firme decisión de la presidenta Claudia Sheinbaum de poner un alto a este fenómeno que tantos efectos negativos han causado y causan a la sociedad mexicana y una imagen interna y hacia el exterior que, no está de más reiterarlo, a nadie conviene.
Las estadísticas a la baja no impactan. Difícil saber que a alguien directa o indirectamente se ha visto afectado por esos grupos, que han multiplicado sus actividades delictivas.
Y también las campañas de información, orientación en cuanto a prevenir la criminalidad y no sólo de la delincuencia organizada, sino los de fuero común que tanto afectan, son más que nunca relevantes.
Atraques
1. Entre las múltiples y urgentes tareas de la SSPC están sin duda mayor seguridad en las carreteras tanto de los consabidos asaltos como una mayor para vehículos pesados y los de doble remolque, cuyos conductores trabajan jornadas extraordinarias y n siempre bien de sus facultades, lo cual origina muchos accidentes.
2. Otra tarea es el huachicol, esa industria ilegal de robo de combustibles que tantos dividendos deja y que al parecer no ha logrado ser controlada del todo.
3. Y eso de campañas preventivas de delitos urgen, el machismo en su máxima expresión con violencia y abusos intrafamiliares y lamentables feminicidios. No olvidar que los juzgados revisan casis familiares en más de 55 por ciento de sus asuntos.