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Victoria Rodríguez, gobernadora del Banco de México, explicó en entrevista con David Páramo en Análisis Superior, que detrás de la decisión del banco central de mantener la tasa de interés de referencia en 11%, a pesar de la creciente presión inflacionaria y las expectativas de algunos sectores de que debería haberse reducido, hay factores económicos que han frenado la baja.

Uno de los principales factores mencionados por Rodríguez fue la depreciación del peso mexicano ocurrida a principios de junio, que generó un episodio de volatilidad en las tasas de interés. Esta situación materializó uno de los riesgos al alza para la inflación que Banxico había estado observando. Aunque los mercados han mostrado signos de estabilización, la cotización del peso sigue por encima de los niveles previos a este episodio.

Debilidad en la actividad económica

Rodríguez también destacó la debilidad en la actividad económica como un factor crítico. Los datos del segundo trimestre indicaron que la desaceleración observada desde finales del año pasado es más profunda y duradera de lo que se había anticipado. Esta situación sugiere un menor dinamismo de la actividad productiva en el futuro cercano, lo que influye en la decisión de mantener la tasa de interés.

Ajustes en los pronósticos de inflación

Banxico realizó un ajuste moderado a sus pronósticos de inflación, aumentando ligeramente la previsión de la inflación subyacente en algunos trimestres y ajustando la inflación general para el tercer trimestre de este año. Aunque se espera que ambas inflaciones converjan al 3% en el cuarto trimestre de 2025, el balance de riesgos sigue estando sesgado al alza, lo que justifica una postura cautelosa.

Impacto de la inflación no subyacente

La gobernadora señaló que el reciente aumento en la inflación general se debe principalmente al crecimiento del componente de la inflación no subyacente, que incluye precios más volátiles como los energéticos y productos agropecuarios. Este componente ha tenido variaciones amplias, incrementando la inflación general en los últimos meses.

Ante la pregunta de por qué Banxico no sigue la tendencia de algunos países de América Latina que han comenzado a reducir sus tasas de interés, Rodríguez explicó que cada economía tiene sus particularidades y que las decisiones se basan en el análisis del panorama inflacionario propio de cada país. En el caso de México, la combinación de los factores mencionados justificó la decisión de mantener la tasa en 11%.

Perspectivas futuras

Rodríguez resaltó los avances importantes en el proceso de desinflación, subrayando que la inflación subyacente ha mostrado una reducción significativa desde su nivel máximo de 8.51% a finales de 2022, bajando más de 4 puntos porcentuales. Aunque la inflación de servicios aún está elevada, se espera que la inflación converja a su meta al cierre de 2025.

En conclusión, la decisión de Banxico de mantener la tasa de referencia en 11% se basa en un análisis detallado de varios factores económicos, incluyendo la depreciación del peso, la debilidad en la actividad económica, ajustes en los pronósticos de inflación y el impacto de la inflación no subyacente. Rodríguez aseguró que la Junta de Gobierno seguirá monitoreando estos factores y contemplará posibles ajustes en la tasa de interés en el futuro, siempre con el objetivo de mantener la estabilidad económica del país.

Por AL PE

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