PABLO HIRIART PAUSA.MX

Iba sola, sin oposición enfrente, y la sonrisa proyectaba la seguridad de quien sería la primera presidenta de México. Empresarios, gobernadores y medios de comunicación se alinearon ante lo evidente: #EsClaudia. Y el azar cambió las cosas.

Tal vez tengamos en México, por primera vez en la historia, a una mujer como presidenta. Pero no es Sheinbaum, es Xóchitl.

Faltan 11 meses para la elección, un suspiro y a la vez una eternidad en la que todo puede ocurrir: veremos alianzas y deserciones, más presión a los dueños de medios, persecución judicial y golpes efectistas de parte del gobierno, por la sencilla razón de que su candidata no puede decir que ya ganó.

 

A la par de que empieza a desinflarse la candidatura de Sheinbaum, en la máscara de Morena aparecen cuarteaduras que enseña su verdadero rostro.

No ha sido la oposición ni periodistas críticos –o simplemente profesionales– los que han mostrado el lado corrupto y el despilfarro del partido que llegó a “barrer las escaleras” porque todos los demás eran ladrones.

¿De dónde sale la cantidad impresionante de dinero para llenar las grandes ciudades del país con espectaculares?

Las corcholatas de Morena han pintado decenas de miles de camiones con sus figuras, solas o con el Presidente.

Promocionan su candidatura con la difusión de portadas de libros que no hay en librerías.

Miles (sí, miles) de millones de pesos derrochados aun antes de que empiecen las campañas, debe tener un origen.

O es robado o se los da el narco. ¿De dónde más?

Qué manera de exhibir –y de pagar por exhibirse– que las convicciones en ese partido eran de mentira.

Fue un miembro de Morena, precandidato presidencial, el que ha puesto la voz de alerta, Ricardo Monreal:

“He recorrido buena parte del territorio nacional y en cada uno de los lugares que visito, así como por las carreteras y calles por las que transito me consta la colocación de miles de anuncios espectaculares y bardas pintadas, así como la distribución de objetos con nombres e imágenes de algunos aspirantes”.

Hasta un “soldado de López Obrador” lo ve. También lo ve la gente. ¿Quién paga?

En el mitin de Claudia Sheinbaum el fin de semana en Guadalajara, llegaron 54 camiones desde San Martín Hidalgo y Puerto Vallarta (crónica de Fernanda Carapia en Reforma), rentados para acarrear gente.

¿De dónde sacan el dinero los inquisidores de la moral pública, los puros, los que iban a barrer las escaleras de arriba hacia abajo?

Hay que pagar los autobuses y también a la gente que acarrean para aplaudir a la candidata, porque “si no venimos nos dijeron que nos quitan el apoyo”.

Se les cae la máscara. Y el país los está viendo.

Durante el mitin se vendían portagafetes con el logo de la Secretaría del Bienestar y del Banco del Bienestar.

¿Cómo los consiguen? Puro robo. Esos son los que con su ejemplo iban a purificar la política y administración pública.

La sonrisa de Sheinbaum, radiante cuando competía sola, se trocó en mueca. Sus chistes no conectan. Paga para que le aplaudan sus discursos sin contenido. No hay sinceridad en ella, y a medida que avance la campaña se va a desplomar.

De Sheinbaum sólo hay ironía infértil, cargada de resentimiento y cero gracia: “Al bloque cínico opositor no le está yendo muy bien que digamos. Ya se le acabaron los disfraces de demócratas”, escribe en redes.

Más: “Para nosotros, sólo puede haber paz con justicia y dignidad, con Claudio X. y Calderón a la cabeza, quieren construir la paz a cañonazos, con una guerra que ya demostró no sólo su fracaso, sino su capacidad de destrucción”.

“Por las políticas neoliberales, México se rezagó en el número de científicos y estudiantes de educación superior y posgrado. Es indispensable seguir invirtiendo para revertir esta situación”.

La candidata Sheinbaum se arroga el derecho de mentir en función de sus ambiciones. No tiene nada qué ofrecer. Se exhibe, exhibe a Morena y exhibe al Presidente.

En el gobierno de los puros se roban hasta la leche que debía ser para los niños: de los 5 millones 300 mil beneficiarios de leche subsidiada de Liconsa, un millón 50 mil empadronados eran personas inexistentes, dicen los datos oficiales.

Ha sido éste y no otro el gobierno que ha perseguido a los científicos y desacreditado a la ciencia.

¿Qué tiene que ver Claudio X. con la paz a cañonazos? ¿Calderón al frente de la oposición?

Ha sido éste el gobierno con mayor criminalidad en la historia de México. Y prometieron bajarla en seis meses.

Desde 1988 a 2022, 40 por ciento de las personas desaparecidas corresponde al gobierno de López Obrador.

Matanzas y atentados sacuden al país y el Presidente dedica su tiempo a destapar al posible candidato de oposición a la Ciudad de México.

Y en la conferencia presumió el primer vagón del Tren Maya que llegó al sureste después de 15 mil millones de dólares gastados y millones de árboles talados.

Se les cae la máscara.

Y como dice la propaganda de Sheinbaum, el próximo año tendremos presidenta. Posiblemente así sea, pero quizá no sea ella, sino Xóchitl.

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